EDUCACIÓN PERMANENTE Y SOCIEDAD DE LA
INFORMACIÓN
La
educación constituye una parte fundamental de nuestra vida, a traves de ella nos formamos como personas, interactuamos y socializamos con los demas, es un factor importante en la
democratización de la sociedad y en el crecimiento de la economía; y ahora más
que nunca, se ha convertido en un mecanismo para evitar las desigualdades y la
exclusión social que se generan en la sociedad de la información ( Valls,
2001-2002) .
La enseñanza universitaria no puede
entenderse más que en relación al aprendizaje y esto se relaciona no sólo a los
procesos vinculados a enseñar, sino también a aprender y el aprendizaje surge tanto
de la transmisión de conocimientos del profesor al alumno y su interacción en un
contexto determinado, como de las experiencias vividas, puesto que el
aprendizaje no se da necesariamente en un aula de clase, sino que está presente
en cada etapa de la existencia del individuo, el cual es autor de su propio
proceso de aprendizaje, y puede también aprender a través de la interacción con
su entorno y de la reflexión de sus acciones, es decir, se tiene un aprendizaje
a lo largo de toda su vida. De ahí, que se puede afirmar que, el proceso
enseñanza aprendizaje es un fenómeno que se vive y se crea desde dentro, esto
es, procesos de interacción e intercambio regidos por determinadas intenciones (Arteaga-Paz & Basurto-Vera, 2017) , y que no debe estar
sujeto a un espacio y tiempo determinado, sino que debe estar enfocado en el
desarrollo de habilidades y capacidades que nos permitan desenvolvernos en la sociedad
que actualmente estamos viviendo, una sociedad con una revolución tecnológica
en la que hay un crecimiento exponencial de la información y cuyas
consecuencias están produciendo grandes transformaciones que se ven reflejadas,
no sólo en el terreno de la información y la comunicación, sino que han
provocado grandes cambios en la estructura social, económica, educativa,
laboral y política; debido a que el individuo y la sociedad en general no sólo
se ha centrado en la obtención de la información, sino también, a la
posibilidad de manipularla, almacenarla y distribuirla (Cabero Almenara , 1996) . Actualmente, las
nuevas tecnologías constituyen un instrumento valioso que facilita el
aprendizaje en todos los niveles, pero más en el universitario; sin embargo, el
control de la adquisición de conocimientos radica en la motivación que tenga la
persona en aprender y en su propio proceso de aprendizaje, por lo que resulta
fundamental su presencia en la educación permanente, la cual requiere de mucho
sacrificio, interés y unas exigencias de idoneidad que obligan a una formación
excelente.
Los grandes cambios económicos, sociales,
políticos, y culturales, han transformado
el modo de vida de las personas, así mismo, el acelerado progreso de la ciencia
ha facilitado a todos, aunque de forma desigual, el acceso permanente a la
información y al conocimiento, pero esa misma aceleración del cambio y de las
condiciones técnicas del trabajo, ha provocado una crisis en los empleos, en las
instituciones que acompañaban a la sociedad industrial y el estado de bienestar
en general, así como en la familia, la
estabilidad de costumbres culturales, la uniformidad de influencias informativas,
educativas, etc ( Valls, 2001-2002) , lo que obliga a la sociedad a reforzar
sus competencias, especialmente desarrollando todos los medios para adaptarse a
estas nuevas tecnologías. De este modo, la demanda formativa actual debe responder
no solo al contexto social que se está viviendo en la sociedad y que va en
consonancia con las demandas laborales, sino también al contexto personal, para
mejorar las condiciones de calidad de vida.
De
acuerdo a lo afirmado por Saban Vera, en el 2009,
está claro que estos cambios han incidido en el ámbito de la educación en todas
las etapas de la vida del individuo y que en este contexto, resulta
imprescindible la posibilidad de actualizar y ampliar los conocimientos a lo
largo de la vida, por lo que se da la necesidad de una educación permanente, la
cual pasa a ser una necesidad ineludible para poder vivir en una sociedad de
constantes cambios, marcada por nuevos retos y nuevas oportunidades, debido a que,
“[…] La educación permanente se ha convertido en el instrumento más eficaz para
preparar a la persona a participar, expresarse y defender sus derechos y
valores fundamentales en una sociedad caracterizada por sus continuos cambios” (Ríos González, 2002) .
Es por ello que coincidimos con la autora
María Rosa Valls, en que se deben crear nuevos modelos educativos, en los que
se tenga en cuenta potenciar las habilidades del individuo, donde no solo aprendan
del aula de clase, sino de sus experiencias a lo largo de su vida, que cada
lugar de su hábitat sea tomado como un espacio de adquisición de conocimientos
continuo, de educación permanente; enfocados en un aprendizaje abierto, más que
en la típica instrucción académica clásica de grado universitario. Todo esto buscando
mejorar el desarrollo individual y social de las personas, así como la
adquisición de actitudes e ideas críticas que provoquen una transformación de
la realidad social, logrando al final un mejoramiento de la calidad de vida no
solo de un individuo, sino de la sociedad.
En conclusión, para que la educación se
conceptualice bajo el punto de vista de formación permanente, debe romper el
esquema de un sistema tradicional que se rige bajo unos principios establecidos
previamente, y contener los elementos necesarios, tales como propiciar la
iniciativa en el estudiante, analizar lo aprendido y ponerlo en práctica,
capacidad de comunicación y toma de decisiones en el diario vivir. Este enfoque
de educación permanente es oportuno para la enseñanza-aprendizaje en todas las
áreas de conocimiento, puesto que el aprender no debe limitarse solo a la etapa
de escolaridad ya que existe un conjunto de razones argumentadas que justifican
la necesidad de un aprendizaje continuo durante toda la vida.
Glosario
Consonancia:
Relación de conformidad o correspondencia que tienen algunas cosas entre sí.
Cultura: mezcla de
conocimientos, creencias, arte, religión, ley, costumbres, moral, hábitos y
habilidades adquiridas por las personas a través de las interacciones en
familia y sociedad.
Educación:
formación orientada a desarrollar la capacidad intelectual, moral y emocional
de los individuos a partir de la cultura e interacción social.
Escolaridad:
Conjunto de cursos que un estudiante sigue en un establecimiento docente.
Información: es un
conjunto de datos procesados que conforman un mensaje que cambia el estado de
conocimiento de las personas o quien lo recibe.
Interacción:
Acción que se ejerce recíprocamente entre dos o más objetos, personas, agentes,
fuerzas, funciones, etc.
Simplificación: Hacer
más sencillo, más fácil o menos complicado algo.
Sociedad:
conjunto de personas que interactúan entre sí, según reglas o consensos
sociales.
Sociedad de la información:
Sociedad caracterizada por un modo de ser comunicacional que interrelaciona los
medios tecnológicos.
Transformación: paso
de una situación real a una situación deseada, cambio.
Referencias bibliográficas
Valls, M. (2001-2002). Educación
permanente y sociedad de la información. (16), 19-33.
Arteaga-Paz,
L., & Basurto-Vera, P. (2017). Una aproximación teórico conceptual a la
tecnología educativa. Revista Cientifica Dominio de las Ciencias, Vol. 3,
657- 675.
Cabero
Almenara , J. (1996). EDUTEC. Revista electronica de tecnologia educativa(1).
Ríos
González, M. (2002). Evolución de la educación permanente en Europa. Eúphoros(
5), 205 - 216.
Saban
Vera, C. (2009). Educacion permanente y la enseñanza por competencias en la
unesco. GEU. Grupo editorial universitario.